Iglesia Catedral de Caracas Venezuela

 

Iglesia Catedral de Caracas Venezuela

Iglesia Catedral de Caracas Venezuela

La actual Iglesia Catedral de Caracas comenzó como el primer Templo parroquial de la Ciudad de Santiago de León, fundada por Diego de Lozada el 25 de julio de 1567. Sólo diez años después, el 14 de abril de 1577, aparece nombrado como párroco propio Don Diego Vallejo Velásquez. La Iglesia era pequeña pero sólida, construida de piedras, tanto que los corsarios que atacaron a la Ciudad en 1595 se acuartelaron en ella.

La Iglesia parroquial se va a convertir en la Catedral de Venezuela por traslado de la misma desde Coro, efectuado en 1636 por el Obispo Juan López Agüito de la Mata, y autorizado por el Rey Felipe IV por Real Cédula del 20 de junio de 1637. El documento fue recibido en Caracas al año siguiente, el 7 de marzo de 1638, y el Cabildo eclesiástico tomó posesión de la Iglesia como Catedral el 16 de marzo de 1638.

Este edificio sigue paso a paso la historia de Caracas, y así el 11 de junio de 1641, cuando un fuerte terremoto como los que sufre el valle periódicamente sacudió a la Ciudad, la Catedral se redujo a un montón de escombros.

Gracias a la ayuda de una piadosa mujer llamada María Pérez (Maripérez) se pudo construir un Templo provisional. El 25 de abril de 1665 se contrató al Maestro Juan de Medina para demoler la anterior Iglesia y construir otra nueva con una vistosa torre que daría nombre a la esquina central de Caracas. Medina trabajó hasta el 2 de noviembre de 1674. En 1709 fue colocado el Altar Mayor, debajo de la primera bóveda (llamada media naranja) que se conserva hasta hoy.

En 1711 se construyó la nueva fachada bajo la dirección de Francisco Andrés Meneses; 12 años más tarde tiene ya la Iglesia sus cinco naves, como actualmente, con cuatro capillas laterales en cuyos fondos se encontraba el cementerio de la Cofradía de San Pedro, y la gran Capilla o Nave de San Pedro construida a expensas de la Cofradía de ese nombre, y una torre de diez campanas.

El terremoto del 21 de octubre de 1766 causó muchos daños a la recién construida Catedral y fue necesario derribar el segundo y el tercer cuerpo de la airosa torre. El 20 de agosto de 1794 el Rey Carlos IV aprobó un Proyecto de Don Vicente López para realizar una Catedral totalmente nueva en forma de Cruz Griega, con las respectivas oficinas y dependencias, que abarcaría toda la manzana que sería adquirida por el Cabildo, Este proyecto nunca se llevó a cabo, y el terremoto del 26 de marzo de 1812 causó tales daños que hubo necesidad de hacer casi de nuevo la antigua Catedral con las mismas dimensiones. Mucho más tarde el Arzobispo Silvestre Guevara y Lira pudo realizar una gran reforma interior del Templo, y tuvo la alegría de efectuar su consagración el 12 de agosto de 1867, en tricentenario de la ciudad.

El Arzobispo José Antonio Ponte (1876-1883) embelleció el presbiterio del Altar Mayor con dos estupendas obras del pintor Antonio Herrera Toro realizadas en 1881; el cuadro alegórico de las Virtudes Cristianas que se ve sobre el arco frontal del coro, y el de la Asunción de la Virgen, en el centro del artesonado del presbiterio.

En el año 1933, Año Santo de la Redención, bajo la dirección del Dr. Gustavo Wallis L., se realizó una nueva restauración gracias a los esfuerzos del Arzobispo Felipe Rincón González. Se cambió el techo de tejas, por una platabanda más alta, e igualmente se sustituyó el piso de mármol que se encontraba muy deteriorado; las columnas se adelgazaron, pero por falta de dinero no fue posible terminar la reparación.

En 1967, año Cúatricentenario de Caracas, y por iniciativa del Eminentísimo Cardenal José Humberto Quintero, Arzobispo de Caracas para entonces (1960-1980), el mismo Doctor Gustavo Wallis tuvo la fortuna de concluir el trabajo que había iniciado en 1933.
De acuerdo con las nuevas disposiciones litúrgicas, el Altar mayor se dispuso de frente a los fieles, se amplió notablemente el Presbiterio, suprimieron se cuatro columnas, y estrenóse el majestuoso trono arzobispal de mármol blanco.

En el techo y alrededor del cuadro de Herrera Toro, que representa la Asunción de María Santísima llevada al cielo por los ángeles. Lucio Rivas ejecutó cuatro hermosos cuadros que representan la Adoración de los Pastores, de los Reyes Magos, La Sagrada Familia en Egipto y en Nazaret; el Coro de los Canónigos fue engatando con artística sillería fabricada en Mérida, y con figuras de la Santísima Virgen y San José, San Joaquín y Santa Ana (la titular de la Catedral), San Juan Bautista, los evangelistas y los apóstoles.

Aunque el estilo de la Catedral no es puro, ya que prevalece el románico con algo propio de la Colonia, el edificio en si tiene una singular belleza, y dentro de él se respira un ambiente de gran paz, propicia para el recogimiento, la oración y la liturgia.
En la actualidad la Catedral de Caracas se presenta como un amplio edificio con cinco naves, no muy espaciosas y ocho capillas laterales dispuestas hacia el sur. La torre y la sacristía. Las cuales se describen a continuación:

Cuerpo Central: Reformado por el Arzobispo Guevara y Lira en 1867 y luego en 1931 y 1967, se encuentra enmarcado por 45 columnas y 88 arcos, y consta de cinco naves iluminadas en la pared de la fachada lateral norte por 10 hermosos vitrales que reproducen las imágenes de Santos muy queridos desde la Colonia por los fieles caraqueños: Santa Ana, titular de la Catedral, San Mauricio, San Sebastián, San Jorge, el apóstol Santiago (patrón de la Ciudad), Santa Rosalía, la Santísima Trinidad, Nuestra Señora de Guadalupe, Santa Rosa de Lima y una alegoría de la Consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento. Adosada a la pared oriental de la Torre se encuentra un retablo reciente, donde está colocada una bella imagen colonial de San José.

Al fondo de la Catedral, a ambos lados del presbiterio, se encuentran dos vitrales que representan a San Pedro y San Pablo. En el ventanal de la fachada principal un vitral representa la Santa Cruz, despidiendo rayos de luz de sus cuatro ángulos.

En el plano superior del Presbiterio se encuentran vitrales con el escudo del Cardenal José Humberto Quintero, quien propició la restauración del año 1967, y del Cardenal José Alí Lebrún Moratinos Arzobispo de Caracas. Al lado norte del Presbiterio se encuentra la imagen colonial y el altar de la Inmaculada, antiquísima devoción de los caraqueños.

Al lado sur del Presbiterio, está expuesto a la veneración de los fieles un bellísimo conjunto colonial que representa a Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz junto con la Santísima Virgen y San Juan. A los pies de este altar está sepultado el Excmo. Sr. Dr. Jesús María Pellín, quien fuera Deán de la Catedral desde 1960 hasta 1969.

En la pared de esta capilla se encuentra un estudio al carbón de "La expoliación de Jesús" último trabajo del gran maestro Tito Salas, donado a la Catedral por su viuda, la Sra. Carmen Ramírez de Salas.

Capilla de Nuestra Señora del Pilar: Al fondo de la misma resalta un hermoso retablo de estilo barroco, como pocos en Venezuela; en esta capilla están sepultados todos los Arzobispos de Caracas, menos el primero, Monseñor Francisco Ibarra y el tercero, Monseñor Ignacio Méndez, cuyos restos reposan en el Panteón Nacional; tampoco está el segundo Arzobispo Monseñor Narciso Coll y Prat, quien falleció en Palencia de España, a donde había sido trasladado. En la tumba correspondiente a él se encuentra su corazón. Algunos dicen que podría ser el corazón de Atanasio Girardot. El primer Cardenal venezolano, el Arzobispo de Caracas José Humberto Quintero quien dispuso la creación de este panteón, se encuentra sepultado aquí, a igual que Mons. José Ali Lebrún, segundo Cardenal de Caracas.

Admirase en esta capilla el cuadro inconcluso de La Ultima Cena, obra del inmortal Arturo Michelena; es de una belleza singular el rayo de luna que penetra en el místico recinto; la disposición de la mesa en forma de herradura y que cambia según el ángulo del observador. La muerte sorprendió al autor cuando estaba casi terminado el cuadro y esto nos permite conocer la técnica que usaba Arturo Michelena. Todo esto, y mucho más, hacen de este lienzo una obra única en su género. Al frente de este cuadro está colocada la pintura colonial denominada: "Un descanso en la huida de Egipto" de la Escuela de Murillo. Es digno de notarse lo parecido de los ángeles con el Niño Jesús. Una lámpara de plata del tiempo colonial cuelga del arco principal de la capilla y lleva una inscripción: "Soy de la Capilla de Nuestra Señora del Pilar de la Catedral de Caracas".

Capilla Santa Ana: La siguiente Capilla dedicada a la Santa Ana y a San Nicolás de Bari tiene una imagen muy antigua y en el pavimento de esta Capilla reposan los restos mortales de Monseñor Nicolás Eugenio Navarro Ortega, Deán de esta Catedral por 40 años y figura prócer del Clero Patrio. Murió el 6 de noviembre de 1960. En la pared de la Capilla obsérvase, "La Miseria" obra colonial de Cristóbal Rojas.

Capilla Nuestra Señora de la Paz: La Capilla contigua está dedicada a Nuestra Señora de la Paz, con su imagen devota y muy antigua, colocada en el primitivo retablo de San Nicolás en 1886. El retablo del altar es de 1771. En el pavimento una lápida recuerda que allí están los restos mortales de Monseñor José Rincón Bonilla, obispo Auxiliar de Caracas y Deán del Cabildo, quien murió el 14 de mayo de 1984.

Capilla de Nuestra Señora del Pópulo: La hermosa Capilla de Nuestra Señora del Pópulo, fue embellecida por Monseñor Diego de Baños y Sotomayor, quien la arregló para el panteón familiar. Sobre la tumba se ve su efigie en actitud orante. Su sobrino Oviedo y Baños, célebre historiador venezolano, también tiene en esta Capilla su sepultura. La imagen de Nuestra Señora del Rosario es obra de Juan Pedro López. En las paredes laterales se encuentran tallados en madera los escudos familiares del Obispo y su sobrino. Sobre el Sagrario está colocado el Cristo de Jerusalén, traído desde el Calvario por los primeros peregrinos suramericanos que fueron a Tierra Santa en 1896.

Capilla de la Santísima Trinidad: Don Pedro Jaspe de Montenegro, antepasado del Libertador Simón Bolívar, la fundó el 25 de junio de 1689. Esta Capilla pasó por herencia, como consta en la lápida de la pared derecha, a ser patrocinada por la familiar Bolívar. Aquí recibieron sepultura cristiana los miembros de la familia del Libertador y en 1827 el mismo Libertador en su postrera visita a Caracas vino a rezar ante la tumba de sus seres queridos, y emitió un decreto para que se hiciese un monumento, el cual vino a ser realidad en tiempos del General Marcos Pérez Jiménez. Fue esculpido en Toledo de España por el artista Victorio Macho y representa al alma del Libertador ante sus padres y esposa. El techo en estilo mudéjar conserva su estilo original; también conserva su antigüedad el retablo del altar. A partir de 1842, cuando fueron trasladados de Santa Marta a Caracas los restos del Libertador descansaron aqui por espacio de treinta y cuatro años, hasta 1876, cuando fueron llevados al Panteón Nacional.

Capilla de Santiago Apóstol: Llamada antiguamente de las Ánimas, por venerarse en ella un cuadro de las Benditas Animas, obra de Juan Pedro López; está dedicada al Apóstol Santiago, cuya imagen, en talla de madera policromada, fue donada por la Junta de Galicia en 1999.

Capilla del Santo Sepulcro: En 1785 se edificó esta Capilla por cuenta de la Cofradía. Hasta ese entonces se encontraba aquí el baptisterio con su antigua pila bautismal. El retablo es obra de Francisco José Cardozo, en madera dorada, que luego con muy mal gusto, fue cubierta con pintura blanca. En las paredes laterales un hermoso cuadro colonial de Jesús en la Columna y San Sebastián, de Pedro Centeno.

Capilla o Nave de San Pedro: En ella funciona la Parroquia Catedral. Tiene dos altares el Altar de  Nuestra Señora del Sagrado Corazón, situado a la derecha, entrando desde el cuerpo principal de la Catedral, fue realizado por Domingo Gutiérrez en el año 1777. Allí se encuentra una hermosa imagen moderna de la Santísima Virgen, que tiene su cofradía actualmente con mucha vitalidad.

El Altar Mayor de San Pedro obra del maestro Eugenio Juan Guzmán en 1792. El retablo conserva dos puertas laterales, que daban paso a las dependencias parroquiales. A la derecha del presbiterio se encuentra una antigua escalera que daba acceso a la Cripta de la Cofradía de San Pedro, a la cual perteneció lo más granado de la sociedad caraqueña de entonces, comenzando por los Obispos y otras dignidades eclesiásticas que tenían aquí su propio cementerio. Monseñor Mariano Martí, el primer estadista de Venezuela, y quien confirmó al niño Simón Bolívar Palacios el 1 1 de abril de 1790, está sepultado en esta cripta.

En la parte alta del altar se conserva una imagen de la Inmaculada la cual perteneció al Antiguo Convento de las Monjas, suprimido por decreto de Guzmán Blanco, que se encontraba dónde está hoy la sede del Congreso Nacional.

Esta imagen fue donada por las Religiosas al Cabildo, quien la mandó a la Sala Capitular y conservó la llave del nicho. Es muy interesante esta imagen sencilla en talla de madera que representó a otro santo, y que tiene actualmente luna de plata y el signo de la serpiente abatida a sus pies. Debajo de la Inmaculada está el nicho central con la imagen de San Pedro, que lleva tiara papal, una Cruz Arzobispal y llaves en las manos.

En la misma nave se encuentra el actual Baptisterio de la Catedral, donde recibieron las aguas cristianizantes algunos héroes de la Independencia.

En el centro del Baptisterio hay una artística fuente bautismal, de mármol blanco que sustituyó a la antigua de piedra del Ávila, en la que fue bautizado el Libertador Simón Bolívar y que más tarde se colocó en el patio principal de la Casa Natal del Libertador, donde puede observarse hoy día. Aquí se encuentra un bello óleo, obra de Celestino Martínez, que representa el Bautismo de Jesús.

Esta Nave, fue restaurada en 1986, bajo la dirección del Arquitecto Graziano Gasparini y por el auspicio del Ministerio de Desarrollo Urbano.

La Torre de la Catedral: Situada en el ángulo noreste de la Iglesia, fue construida por Juan de Medina desde 1664 a 1674 y perdió parte de su esbeltez al ser demolida la parte superior a causa del terremoto de 1812. es una obra monolítica, que sólo posee escalones en la parte más alta, pues para subir hay una rampa inclinada que hace de la torre una auténtica fortaleza. En la parte superior de la torre se admira una estatua en bronce que representa "La Fe", obra también del gran artista Juan Pedro López.

El actual reloj fue fabricado en Londres por J. R. Lozada y colocado aquí en 1888, costó mil ochenta y una Libras Esterlinas (1081), pesa siete mil doscientos diez y siete kilos (Kg. 7.217). Las finísimas campanas y un cilindro para el Himno Nacional y otras piezas de música religiosas, que actualmente se encuentran dañadas, hacían del Reloj de la Catedral una obra llamativa. Adosado a la pared este de la Torre se encuentra el altar de San José, con bella imagen colonial de madera. El altar fue fabricado por Manuel López Pacheco en 1950.

La Sacristía: Está ubicada detrás del Altar Mayor y se divide en tres salones no abiertos al público: La Sacristía mayor, el Salón de los Canónigos y la Sacristía Menor.

Sacristía Mayor: El bellísimo Retablo de cedro dorado fue realizado entre 1754 y 1756 por Pedro Juan Álvarez Carneiro y el maestro Juan Francisco de León Quintana. Los cuadro con sus marcos dorados son de Los Apóstoles San Pedro y San Pablo, La Ascensión del Señor y la Asunción de Nuestra Señora, Santa Rosa de Lima y San Juan Nepomuceno. En los nichos a la izquierda se encuentra una bella imagen de Nuestra Señora de La Candelaria, convertible en la Inmaculada, que posee aderezos de plata colonial. A la derecha el Apóstol Santiago en habito de peregrino, en la parte baja se encuentran dos cuadros pequeños de San Bernardo y San Francisco y se ven también dos imágenes pequeñas de la Inmaculada y San José. En el centro hay un crucifijo de marfil, manchado con pintura encarnada, y encima un precioso cuadrito con el Sacrificio de Isaac.

El conjunto es realmente inmejorable, en las paredes laterales se ven cuatro arcángeles en madera: San Rafael, San Miguel y San Gabriel, y un ángel Custodio. Todos ellos obras de Juan Pedro López, famoso artista caraqueño del siglo XVIII, abuelo de Don Andrés Bello. Un precioso cuadro de La Inmaculada que formaba parte del retablo, el Nazareno y el Descendimiento completan este maravilloso conjunto. Dos enormes mesas de marquetería colonial dan realce al sagrado recinto.

Contiguo está el Salón de los Canónigos: con los cuadros de todos los Obispos de Coro y luego de Caracas, desde Don Rodrigo de Bastidas (1543) hasta Monseñor Felipe Rincón González (1942), Arzobispo de Caracas. Hay también otras pinturas que representan diversos personajes ligados en cierto modo a la Catedral Caraqueña.

Sacristía Menor: Al lado opuesto se encuentra la Sacristía Menor, que sirve algunas veces para reuniones extraordinarias. Al salir de la Sacristía Mayor, se encuentran tres cuadros coloniales, regalados a la Catedral, según parece por Mary Pérez.

Ellos representan: La Anunciación, La Huida a Egipto, El Niño en el Templo con los Doctores. Más adelante una copia de la Inmaculada de Murillo. Dentro del Salón, además de la abundante sillería, tiene este rincón catedralicio el célebre cuadro de La Resurrección de Rubens, La Presentación de la Virgen en el Templo, y la Virgen del Pilar, que presidió en otro tiempo la Capilla del mismo nombre.
Como complemento se encuentra un precioso Crucifijo de Marfil y una Pluma en un óvalo con cristal protector, que perteneció a Su Santidad León XIII y por último un rostro pequeño del Nazareno y otro de La Dolorosa.
Esta Sacristía Menor fue reconstruida con un segundo piso con el propósito de iniciar el Museo Eclesiástico Arquidiocesano, pero al dañarse El Palacio Arzobispal con el terremoto de 1967, este salón superior pasó a ser Despacho del Eminentísimo Señor Cardenal José Humberto Quintero.

La Iglesia Catedral, Monumento Nacional, está llena de historia y recuerdos, y es grande por su significación para la vida de la Iglesia y de la Nación. El 28 de enero de 1985 fue honrada con la presencia del Santo Padre Juan Pablo II, quien se reunió aquí con una nutrida representación del laicado venezolano.

En la fachada de este Templo el 19 de abril de 1810, el patriota Francisco Salías detuvo al Gobernador Español José Vicente Emparan, quien al firmar la renuncia al mando, se rubricó sin saberlo la Partida de Nacimiento de Nuestra Patria.
Fuente: Folleto "La Catedral de Caracas". Capítulo Metropolitano de Caracas, Iglesia Catedral Metropolitana. Impresión: Talleres Gráficos Escuela Técnica Popular Don Bosco.

Mapa de Ubicación de la Iglesia Catedral de Caracas Venezuela

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