Tradiciones del Estado Carabobo Venezuela


Tradiciones del Estado Carabobo Venezuela

En el Estado Carabobo encontramos el siguiente  calendario de Festividades Tradicionales:

Baile de La Hamaca: Febrero Martes de Carnaval, Puerto Cabello, Patanemo
Fiestas Patronales en Honor de San José: Marzo 19-25, Canoabo
Fiestas de San Juan Bautista: Junio 23-24, Puerto Cabello
Fiestas de San Juan Bautista: Junio 23-24, Borburata
Fiestas de San Juan Bautista: Junio 23-24, Patanemo
Fiestas Patronales de San Joaquín: Agosto 16, San Joaquín
Fiestas en Honor de la Virgen del Rosario: Octubre 22, Güigüe
Fiestas en Honor de San Rafael: Octubre 05, BejumaAniversario de la Toma de Puerto Cabello: Noviembre 10, Puerto Cabello
Fiestas Patronales de Nuestra Señora del Perpetuo Secreto: Noviembre 15, Valencia

Fiestas Patronales en Honor de la Inmaculada Concepción: Diciembre 08, Montalbán
La Posada: Diciembre 16-24, Guacara
Pastores de San Joaquín: Diciembre 24, San Joaquín
Locos de Canoabo: Diciembre 28, Canoabo

Dentro de las Manifestaciones Culturales más populares del Estado Carabobo podemos destacar:

Fiesta de San Juan El Parrandero, Borburata: Festividad en la que los devotos salen bailando con el santo a las 8 de la mañana del 23 de junio, día previo a la celebración de su fiesta central, por las calles del poblado. En esta oportunidad los sanjuaneros hacen paradas especiales en las casas de las personas que lleven por nombre Juan o Juana o donde tienen imágenes de este santo. Este recorrido se suele acompañar de cantos y música donde predominan los tambores y las maracas, precedidas por banderas de colores. Luego del recorrido es llevado a las puertas de la iglesia, donde se efectúa un fuerte golpe de tambor y lo llevan al recinto acompañado del sonido de las maracas y los cantos de sus devotos antes del mediodía. Este acto es interpretado como la transformación de San Juan Parrandero en el santo, a quien se le reza por la tarde, se le hace misas y una procesión. Esta festividad tiene un significado especial porque en ella se escenifica la celebración conocida como la Liberación de San Juan. El origen de este nombre viene dado porque el 23 y 24 de junio eran los dos únicos días libres de los esclavos, y al ser San Juan el santo de éstos, ellos celebraban en libertad, ofrendando y danzando al ritmo de los tambores. Hoy en día continúa la tradición y se sigue venerando al santo en libertad.

Comparsa de San Juan Bautista El Parrandero, Morón: La conforma una comparsa donde el ritual es el paseo del santo y su posterior bautizo en el que los creyentes le dan gracias y realizan peticiones. La comparsa va acompañada con tambores y cantos que recuerdan la migración forzada de los esclavos africanos en los barcos negreros. Las rutas escogidas incluyen el casco central de Morón, La Línea, barrio Coro, Las Parcelas, 23 de Enero, Santa Ana, Santa Rita, El Oique donde se bautiza al santo, Guanabanillo y San Diego, donde se practica un homenaje y luego se regresa nuevamente al casco central de Morón. No se conoce con certeza la fecha de inicio de esta celebración, pero la comunidad participa activamente para que la tradición perdure preparando comparsas, donando banderas y recibiendo al santo en sus casas. Durante las comparsas los participantes llevan, como un accesorio más de su indumentaria, banderas de diferentes colores y significados. Las amarillas significan la luz, la claridad, y por esa razón van adelante a modo de guía; las azules significan la libertad, el cielo, los mares y el planeta tierra; las verdes representan la naturaleza, el color de las plantas; las blancas encarnan la paz, el sosiego, las aguas con las que se bautizaron a San Juan Bautista. Las banderas de color marrón representan el color de la tierra propicia para la siembra; las moradas el sacrificio de los hombres por el santo; las rojas significan el color de la sangre que produjo el sacrificio de San Juan Bautista; las anaranjadas el color del alba cuando despunta el día; las rosadas las flores, las plantas, la alegría del hombre por los frutos de las cosechas. La comunidad participa en las comparsas donando banderas para animar las festividades.

Diablos Danzantes de Patanemo: La tradición de vestirse como diablos con máscaras artesanales y danzar para pagar promesas, librarse de pecados y consumir bebidas típicas es parte de la cultura esencial de la población costera de Patanemo. Como una de las cofradías de Diablos Danzantes más antiguas de Venezuela, Patanemo destaca por su devoción y seguimiento de esta tradición. La jerarquía de esta cofradía está basada en la máxima autoridad que son los capataces, luego vienen los perreros y después los diablos. Existe la figura de las sayonas, mujeres que colaboran con los diablos durante la celebración, pero que no van disfrazadas ni participan directamente en los rituales. La costumbre de la cofradía de Patanemo consiste en hacer un acto el miércoles previo a Corpus Christi. Ese día el danzante principal de la cofradía asiste a la iglesia disfrazado, en compañía de otros dos diablos que van vestidos normal pero portando el mandador en sus manos. En este recorrido los diablos van abriendo compás en el camino, tomando cada uno una orilla del mismo hasta llegar a la iglesia, donde de rodillas esperan a la sayona. Ésta, en el acto de Rendir y Pagar, les indica a los danzantes que se arrodillen en el suelo, recen y al final dibujen con una moneda la señal de la cruz tres veces sobre el altar y luego la dejan en él. Mientras están arrodillados se inclinan con el torso para marcar los cuatro extremos de la cruz, luego se levantan y abandonan el recinto, el diablo principal por el centro y los otros dos por cada uno de los extremos de la iglesia. En el acto de Los Tres Brincos el danzante principal marca la señal de la cruz con tres saltos frente al altar ubicado frente a la iglesia. Luego los acompañantes repiten el acto, santiguan la imagen de Cristo y luego ellos mismos. Al retirarse lo hacen con el torso inclinado y caminando hacia atrás, sin darle la espalda a la imagen de Cristo. El acto de Encendido de las Lámparas se hace en la casa del capataz mayor, prendiendo tres de ellas en honor al Santísimo y una para los diablos. El capataz toma aceite de la lámpara en su dedo y santigua la imagen de Cristo. Durante el velorio de noche buena de Corpus, desde la noche del miércoles hasta el amanecer del jueves, se hace el acto de Cruce de camino o de los vientos practicado sólo por los capataces y el guitarrero. Durante la noche la multitud contempla los rezos y la vigilia de los diablos, quienes ensayan unas tres veces los actos del siguiente día.

Velorio de Cruz de Mayo de San Millán: La procesión combina las culturas que convergieron en la zona durante la conquista y la Colonia de América Latina: la cruz española, los tambores de África y las ofrendas frutales indígenas se mezclan para hacer una procesión en la que las cruces vestidas con papel de seda multicolor desfilan por las calles del pueblo. En San Millán la celebración de la Cruz de Mayo se efectúa en varias fases: el 2 de mayo, día de noche buena de la cruz, se procede a la decoración o vestimenta de las cruces para su adoración, proceso que se efectúa de la misma manera en casas de familias con los mismos fines, siendo las mujeres las protagonistas principales de esta festividad. Una vez las cruces están listas son llevadas al altar principal que se ubica en la esquina conocida como Los Tres Clavos, punto de encuentro en esta fiesta. A las nueve de la noche la comunidad se reúne para iniciar el velorio con rosarios en su honor, continuada luego con el canto de salves, fulías y parrandas, finalizando con el golpe de tambor. Los velorios de Cruz de Mayo se hacen como reconocimiento de los favores recibidos por la cruz o simplemente como tradición familiar, oportunidad propicia para el encuentro de amigos y visitantes que comparten comidas y bebidas típicas de la región. El día de la cruz es el 3 de mayo, sin embargo los velorios se pueden hacer en cualquier día de este mes. Esta celebración está tan arraigada que se realiza hasta en los clubes privados. Cuando llega el 31 de mayo cesan las celebraciones de Cruz de Mayo y se inician las de San Juan Bautista, evento simbolizado en un altar donde están las cruces vestidas que desaparecen a media noche y aparece San Juan Bautista. El 1º de junio las cruces son desvestidas por las mismas mujeres que la vistieron y los papeles que la adornaban son quemados, ritual que simboliza la ascensión de los mensajes y peticiones al cielo en forma de humo.

Entierro de la Hamaca: El sector San Millán es reconocido por su arraigo popular y activismo en favor de la preservación de manifestaciones culturales con reconocido encanto entre los pobladores. Una de estas expresiones populares ocurre en época carnavalesca conocida como el entierro de la hamaca, una representación teatral que se lleva a cabo en las calles de Puerto Cabello con más de 120 años de historia. Comienza la noche del lunes de Carnaval cuando un vocero anuncia la muerte del protagonista y de inmediato se inicia el velorio. Se considera que el cadáver del hombre está dentro de la hamaca, objeto que va adornado con flores y sostenido por un palo resistente. Durante este acto se efectúa el juramento del hamaquero, acto que se representa en la esquina más representativa del sector, donde se rodea a la hamaca y el colectivo expresa su compromiso de cuidar y valorar esta manifestación, reconfirmado al siguiente día antes de que la comparsa parta. El recorrido va amenizado por el sonido de tambores e instrumentos atípicos como escardillas y cuernos. En la tarde del siguiente día se procede a la representación del entierro del muerto, que va cargado por mujeres disfrazadas que representan las amantes que tuvo en vida y que lo lloran por el amor que le tenían. El recorrido incluye una visita al resto de la ciudad de Puerto Cabello, cantando y bailando sin parar. En determinado momento un hombre se acerca a la hamaca y le da un golpe con un palo de vera, y al ver en el suelo al objeto las mujeres lo rodean y comienzan a llorar. Simultáneamente se inicia una pelea con palos a causa de que un hombre celoso ve a su esposa en el círculo de las mujeres que lloran al muerto. Los hombres movidos por la furia gritan en papiamento, idioma curazoleño, improperios por el dolor de la traición. A continuación cesa la pelea y el dolor y comienza el golpe de tambor, iniciándose así un baile frenético que involucra a la masa de gente que acompaña la procesión. Este acto se repite a lo largo del recorrido. Al caer la tarde el cortejo regresa a San Millán y finaliza con la representación del entierro. Contrario a lo que normalmente se hace en un acto de este tipo, se eleva la hamaca hasta el techo de la casa de los Pitre, la más involucrada en esta celebración. Para la gente de San Millán este ritual tiene origen en la isla de Curazao, intercambio iniciado por el comercio y el contrabando que existía con esa región. Esta festividad es motivo de orgullo para los habitantes del sector San Millán, quienes se hacen llamar hamaqueros y hamaqueras cuando representan esta comedia y procuran superar cada año el colorido y significado de esta manifestación.

Diablos Danzantes de San Millán: Celebración efectuada el día de Corpus Christi, cuarenta días después de viernes santo, llevada a cabo en Venezuela, especialmente en los estados centro costeros, por las cofradías del Santísimo Sacramento para honrar la imagen del cuerpo de Cristo. Esta procesión religiosa la realizan un grupo de bailarines disfrazados de diablos que danzan por las calles del pueblo pagando promesas o rindiendo tributo a Dios por medio de su danza. En San Millán hubo un tiempo en el cual esta tradición no se practicó por la muerte de viejos capataces, quienes eran los encargados de llevarla a cabo. Sin embargo, desde hace aproximadamente una década el Grupo Folclórico de Rescate San Millán inició un proceso de reinserción de la tradición entre los jóvenes con la colaboración de viejos danzantes que ha tenido muy positiva acogida entre la población. Esta nueva cofradía está compuesta por Juan Cancio Mijares que es el primer capataz oriundo de Turiamo, Lino Anzola, el segundo capataz y Florencio Mijares como el tercer capataz procedente de Patanemo. Actualmente la cofradía está compuesta por más de treinta miembros, tradicionalmente del género masculino, siendo la única representante femenina la que realiza el papel de la sayona, quien es ayudante de los diablos sin llegar a participar de los rituales. Los danzantes ingresan a la cofradía a temprana edad, por lo general por motivos de promesas ofrecidas al Santísimo Sacramento, teniendo como requisitos estar bautizados y haber recibido la primera comunión, aunque hay los casos en que las personas ingresan a la cofradía por un interés netamente cultural. A la víspera del día de Corpus Cristi se realiza el acto de Los tres brincos, efectuado por los capataces frente a la iglesia. Tiene como finalidad anunciar de manera solemne el inicio a las fiestas de Corpus y consiste en que cada uno de los diablos promeseros dé tres saltos dibujando la cruz. Simultáneamente a este acto se encienden las lámparas del altar de los diablos, donde se efectuará el velorio. Por la tarde la comunidad y los danzantes asisten a una charla que dicta el párroco acerca del Santísimo Sacramento. La comunidad de San Millán aguarda la llegada del día de Corpus reunida compartiendo bebidas y comidas, hasta la mañana cuando los diablos se visten para asistir a la misa en la iglesia parroquial de La Caridad, donde hacen el ritual de rendición ante el Santísimo Sacramento y luego van a la calle de espaldas, purificados. A partir de este momento comienza la frenética danza que los lleva por el casco central de la ciudad de Puerto Cabello y luego regresan a San Millán. Visitan las casas del barrio, donde son recibidos con alegría y respeto, ya que se considera de buena suerte sus visitas. La limosna que reciben los diablos es depositada en la caja de resonancia del cuatro con que amenizan la danza. Aproximadamente a las 2 de la tarde culmina la actividad, quedando la comunidad purificada y gratamente satisfecha por la fiesta realizada.

Fiestas de la Virgen de Begoña en Naguanagua: Esta celebración proviene de Bilbao, provincia de Vizcaya, España. Se realiza desde 1782, cuando se inauguró la capilla y el padre Juan Lamas Rodríguez donó la imagen. Las fiestas patronales del municipio se celebran el 15 de agosto, día central de su patrona, Nuestra Señora de Begoña. La comunidad acude a la iglesia a las nueve de la mañana para participar en la misa y luego los feligreses se concentran en las puertas del templo a esperar la salida en procesión que recorre los alrededores de la plaza Bolívar acompañada de repiques de campanas, fuegos artificiales, velas encendidas, Santo Rosario y música de varios grupos criollos. Durante una semana se efectúan diversas actividades como toros coleados, retos musicales y deportivos. A partir del año 1996 comenzaron a organizarse exposiciones de orquídeas en honor a la Santa Patrona, auspiciada por Orquinagua. Antiguamente en los alrededores de la plaza Bolívar había ventas de dulces, hallaquitas de jojoto, maíz sancochado, helados y se instalaban carruseles. Ahora estas actividades, junto a los toros coleados, se desarrollan en los espacios del Círculo Militar. Estas fiestas son de gran valor y devoción dentro del municipio porque mantienen viva la fe y culto a la Virgen.


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